¿Tiene una alimentación con exceso de azúcar y cereales refinados?
¿Toma algunos medicamentos como antibióticos, corticoides, anticonceptivos, entre otros?
¿Está sufriendo de estrés o lo ha sufrido en el pasado?
¿Tiene ingesta de tóxicos como alcohol, tabaco?
¿Siente acidez?
¿Alteraciones en el sistema inmune?
¿Tiene sobrepeso y a pesar de hacer algún régimen alimenticio saludable no pierde peso?
Si tus respuesta son SI, pues pudieras estar padeciendo de Candidiasis.
¿Qué es la Candidiasis?
Es una infección fúngica (Hongos) puede estar provocada por diferentes tipos de cándidas, pero la más común es la Cándida albicans, que es una levadura que se encuentra presente en nuestro tracto gastrointestinal, así como la vagina, la piel y la cavidad oral.
Se trata de un microorganismo oportunista, lo que significa que cuando hay unas condiciones adecuadas, es decir la microbiota de nuestra piel, boca e intestino se encuentra en buen estado y el ecosistema se encuentra equilibrado, la Cándida albicans no supondrá ningún problema. Sin embargo, si no se dan estas condiciones, hay una alteración del pH de la zona en la que se encuentran, es cuando la Cándida albicans puede suponer un problema, dando lugar a una infección.
La candidiasis, que es el término empleado para referirse a las infecciones provocadas por las cándidas (en este artículo nos centraremos en la Cándida albicans), es un trastorno que normalmente es poco grave, como es el caso de la candidiasis oral o vaginal. Existen candidiasis muy graves, que reciben el nombre de candidemias o candidiasis sistémicas, las cuales pueden llegar a provocar la muerte. Este tipo de candidiasis tan graves no son para nada comunes y las personas que tienen un mayor riesgo de sufrirlas son aquéllas que se encuentran muy inmunodeprimidas, como los pacientes de VIH y ciertos estadios de algunos tipos de cáncer.
Candidiasis Intestinal:
En la mucosa intestinal, pueden presentarse cuadros de candidiasis que se desarrollan muy despacio, sin manifestar síntomas evidentes durante mucho tiempo. Los síntomas suelen ser muy inespecíficos: distensión y dolor abdominal, gases, diarrea y/o estreñimiento, aumento en la emisión de ventosidades normales poco olorosas, intolerancia alimentaria, acidez, ardor, mala tolerancia a la ingesta de alcohol, etc. Una característica que presentan los pacientes es el apetito exacerbado por los dulces.
Existe la llamada candidiasis intestinal crónica de la que no se ha podido constatar todavía ninguna base científica. Las personas que defienden esta teoría afirman que muchas personas, debido a una alimentación alta en azúcares simples y alimentos ricos en carbohidratos refinados, así como el estrés y otros hábitos de vida poco saludables, padecen una proliferación de la Cándida albicans en el intestino, causando problemas que van desde las migrañas, hasta el sobrepeso y el cansancio. Esta teoría ha crecido enormemente y son numerosos los artículos que encontramos en los que se especifica cómo hay que comer para vencer este trastorno y las limpiezas y suplementos que han de tomarse. Se dice que la eliminación de los azúcares simples y carbohidratos ayuda a vencer ese problema. Por supuesto, si eliminamos alimentos ricos en azúcares simples y carbohidratos refinados, vamos a mejorar significativamente nuestra alimentación y como consecuencia, también nuestro estado de salud.
Lo que sí es verdad es que nos sentiremos mucho mejor al retirar de su alimentación los productos ultraprocesados (panes industriales, galletas, cereales de desayuno, lácteos azucarados, carne procesada como las hamburguesas y el embutido, etc.) cargados de azúcar, grasas hidrogenadas y carbohidratos refinados. Al mismo tiempo que eliminan estos productos de su alimentación, comienzan a aumentar su consumo de verduras, frutos secos naturales, semillas, grasas de buena calidad (aguacate, aceites vírgenes prensados en frío, semillas, frutos secos). Como consecuencia, sus problemas digestivos empiezan a aliviarse y su estado general de salud mejora.
Los síntomas asociados a la candidiasis intestinal crónica son muy diversos y van desde las migrañas hasta el cansancio, la depresión y el sobrepeso. Estos síntomas no tienen por qué deberse a ese supuesto trastorno; la raíz de esos problemas puede estar en la mala alimentación, en los malos hábitos y, consecuentemente, en una microbiota intestinal alterada y poco diversa. Tener una microbiota alterada y poco diversa hace que tengamos peores digestiones, no sintetizamos vitaminas tan importantes como la D y la K (imprescindibles para tener una buena salúd ósea).
Además, provoca que tengamos un sistema inmunitario más débil, que nos sintamos más tristes y con menos ánimo, ya que en nuestro intestino se encuentran el 80% de los receptores de serotonina, que es un neurotransmisor responsable de nuestro estado de ánimo y de la regulación de los ritmos (que controlan nuestro patrones del sueño, entre otras muchas funciones).
Entonces, tanto las malas digestiones como el insomnio, el cansancio, las infecciones recurrentes provocadas por un sistema inmunitario débil, así como la mala absorción de diversas vitaminas como la D, pueden deberse a una microbiota alterada y poco diversa, no a una candidiasis intestinal crónica.
Es decir, al cambiar la alimentación los pacientes mejoran, pero esto no evidencia el hecho de que tengan candidiasis intestinal crónica. Podemos interpretar que al incrementar el consumo o empezar a comer alimentos ricos en fibras fermentables y antioxidantes (verduras de hoja verde y hortalizas, frutos secos, semillas,legumbres, etc.) los cuales han demostrado ejercer un impacto positivo sobre la microbiota intestinal, mejora su salud digestiva. Mejorar la alimentación de este modo aumenta la diversidad de microorganismos y mejora la salud intestinal y nuestra salud general.
Seguir una alimentación saludable, altamente vegetal, libre de productos ultraprocesados y rica en fibras fermentables con acción prebiótica mejora nuestra microbiota y como consecuencia, nuestro sistema inmunitario será más fuerte. Por lo tanto, tendremos menor riesgo de padecer una infección provocada por las cándidas, bien sea en la vagina, en la piel, en las uñas, la cavidad oral o en el tracto gastrointestinal.
Sí tenemos características corporales que no nos está haciendo que nos sintamos en óptimas condiciones como inflamación, retención de líquido, insomnio, mala digestión, acidez, reflujo gastroesofágico, más otros síntomas leídos en este blog, pudiéramos tomar la decisión de hacer un régimen alimenticio y tratamiento natural en contra de la Candida y complementarlo con dos suplementos nutricionales, como lo son el:
Immunologix I: la candida puede burla el sistema inmune por lo tanto debemos tener un sistema inmune a prueba de balas, Immunologix es una fórmula herbolaria (adaptógeno o de plantas superiores) que ayuda a fortalecerlo, y sirve de muro de contención para nuestras células. Está fórmula la podemos complementar con Astrágalus y Echinacea ambas plantas que ayudan a combatir virus, bacterias y hongos.
Y si consume algún medicamento químico médico para combatir la Cándida, debe proteger su hígado con Hepaforte, fórmula que contiene las mejores 21 plantas superiores del planeta que protegen el funcionamiento hepático.
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