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Hola, Hola..!!!
La alimentación es el tema del que más se habla en nuestro día a día, los diferentes tipos de regímenes alimenticios, para que ganemos salud. En muchas ocasiones cambiamos nuestra manera de comer sin una asesoría directa personalizada buscando sentirnos bien y perder peso y sin darnos cuenta cometemos errores, ya que no escuchamos las señales que el cuerpo nos emite, para que hagamos algo al respecto, sencillamente no lo escuchamos.
A continuación daré una lista de condiciones que si has tenido alguna de ellas a lo largo de tu vida es importante que tomes cargas en el asunto, y leas este blog hasta el final, cambiará tu vida.
Condiciones inflamatorias como:
Amigdalitis, gastritis, colitis, sinusitis, bronquitis, artritis, hepatitis, esofagitis, otitis, dermatitis, etc.
La inflamación aunque es necesaria, es una parte crítica de la respuesta del sistema inmunitario a los invasores y las amenazas; permite que nuestro organismo ataque las infecciones y cure el daño que causan.
También la inflamación puede ser provocada por otras experiencias, como presenciar acontecimientos traumáticos o atravesar circunstancias estresantes, y esta respuesta ayuda a nuestro organismo a reaccionar y sobrevivir a esas experiencias. Sin embargo, si nuestro organismo sufre un estrés constante, esto puede dar lugar a una inflamación excesiva. Desde pequeños podemos arrastrar respuestas inmune que nos causan inflamación a lo largo de nuestros años, y esto depende mucho de la calidad de vida que vamos llevando al pasar de los años y llegar a la edad adulta, ejemplo de esto es: es que soy alérgica desde que nací, siempre sufro de rinitis.
Si nuestros órganos están en constante contacto con sustancias inflamatorias, pueden dañarse con el tiempo. Así es como la inflamación crónica nos puede poner en un mayor riesgo de padecer afecciones tales como enfermedades cardiovasculares, diabetes, asma e incluso depresión y demencia.
Como siempre les daré algunas recomendaciones alimenticias para que puedas darte cuenta que alimentos te están causando inflamación que debes bajar o eliminar el consumo de ellos, para que ganes salud y calidad de vida, reduciendo la inflamación.
1) Decide consumir alimentos naturales, no procesados, no congelados, eliminando los enlatados.
2) Utiliza aceites no saturados, no utilices aceites hidrogenados, lee las etiquetas. Utiliza preferentemente aceite de oliva o de aguacate.
3) Come más frutas y vegetales, fresco.
4) Ingiere pescados bajos en mercurio por lo menos dos veces a la semana.
5) Come nueces enteras y semillas, aceitunas contienen grasas buenas.
6) Elimina el azúcar y los alimentos de harina refinada.
7) Elimina el trigo, la cebada, harina de maíz, avena, todos contienen gluten y a pesar que no sufras de enfermedad celíaca podrás observar como tu inflamación corporal baja y tienes una mejor digestión. Existen una cantidad de harinas de semillas, nueces, que contribuyen a la salud y con excelente sabor.
8) El ejercicio es vital, ayuda al cuerpo a producir naturalmente las defensas anti inflamatorias.
9) Si tienes sobrepeso, considera el perder un poco de grasa corporal adicional ya que la grasa produce compuestos pro-inflamatorios.
10) Dormir por lo menos 7 u 8 horas al día.
11) Tomar 8 vasos de agua al día.
Si logras seguir estas recomendaciones puedes reducir en gran medida la inflamación.
Seguro lees todo esto y dices no podré comer nada. Te invito a que abras tu mente y te pongas creativo, te quedarás impresionado de todo lo que puedes comer rico y saludable que cambiará tu vida al 100% y notarás que mejoran condiciones físicas que te pueden estar molestando y que es parte de tu vida.
Como siempre le voy a recomendar unos productos:
Immunilogix I, fórmula herbolaria 100% natural, que no causa efectos secundarios, contiene 21 plantas superiores también llamadas adaptogénicas, que contribuyen a que el sistema inmune combata esos agentes agresores que causan la inflamación sistémica.
Hepaforte: fórmula herbolaria 100% natural, que no causa efectos secundarios, 25 plantas superiores también llamadas adaptogénicas, que contribuyen a proteger al hígado de agentes agresores, ayudando al sistema inmune a realizar su trabajo.