Hola, Hola..!!! Este artículo es para que tomemos consciencia en la importancia de nuestro sistema digestivo, lo conozcamos y tomemos las medidas necesarias para ganar salud.
El sistema digestivo es responsable de descomponer los alimentos, absorber los nutrientes y liberar al organismo de los productos de desecho de los alimentos. El sistema digestivo empieza en la boca, en el momento que ingerimos algún alimento y comenzamos a masticar, comienza el proceso digestivo, pero si profundizamos más cuando olemos, o vemos un alimento delicioso ya comienza la producción de saliva en la boca, esta inicia el proceso de descomposición de las sustancias químicas que contienen los alimentos, lo que ayuda a ablandarlos para que nos resulte más fácil de tragar.
La lengua nos ayuda a que tengamos movimiento, los dientes a descomponerlos para que los podamos tragar, pasa por la garganta, esófago hasta llegar al estómago. El estómago almacena la comida que ingerimos, descompone los alimentos en una mezcla líquida (jugos gástricos), vaciando lentamente ese líquido al intestino delgado.
El intestino delgado descompone más aún los alimentos para que el cuerpo pueda absorber todas las vitaminas, minerales, proteínas, hidratos de carbono y grasas. Todo este proceso lo hace con la ayuda del páncreas, hígado y la vesícula biliar. El páncreas segrega un líquido que ayuda a digerir las grasas y proteínas, el hígado segrega un líquido llamado bilis que ayuda a absorber las grasas y puedan llegar al torrente sanguíneo, la vesícula biliar es un depósito de bilis, donde se almacena este jugo hasta que el cuerpo lo necesite.
Yo siempre hablo de que debemos cuidar nuestro hígado, y esta es una razón simple: La sangre rica en nutrientes va directo al hígado, que se encarga de procesarla. Filtra sustancias nocivas o productos de desecho en más bilis, ayuda a que se distribuyan nutrientes por el resto del cuerpo, y que cantidad de nutriente queda almacenada como reserva.
Luego los desechos pasan a un pedazo del intestino grueso llamado colon, que es la última oportunidad que tiene el cuerpo de absorber el agua y algunos minerales, enviándolos al torrente sanguíneo. Cuando los desechos van perdiendo agua, se endurecen, se convierten en heces y deben ser expulsados por el cuerpo.
Conociendo ya como que es y cómo funciona el sistema digestivo, podemos tener la premisa de: “SOMOS LO QUE COMEMOS”
El sistema digestivo no solo se encarga de digerir, también representa el 70% de tu sistema inmunológico y un intestino sano debe formar una barrera selectivamente permeable y protectora que impida el paso de tóxicos ambientales, microorganismos patógenos y alimentos enemigos que causan sensibilidad.
Cuando comemos alimentos que no se pueden digerir, estos forman toxinas y no nos nutren, haciendo que el cuerpo tenga una respuesta inflamatoria como defensa del sistema inmunológico para neutralizar o eliminar estos tóxicos del organismo. Es su manera de protegerse. Pero también es conocido que la inflamación no manejada termina en enfermedades crónicas.
¿Cómo saber que estamos en un proceso inflamatorio, del que debemos estar alerta?
Sensación de Hinchazón
Aumento de peso sin explicación
Problemas para perder peso
alergias recurrentes
acidez estomacal
estreñimiento
Bolsas y ojeras
Picazón nasal
Insomnio o desórdenes del sueño
Picazón genital
Picazón en la piel
Dolores musculares
Infecciones recurrentes
el virus de moda
De tener algunos de estos síntomas, sin duda alguna debes cambiar tu alimentación, por alimentos muchos más amistosos para tu organismo, que favorezcan al sistema inmunológico y así puedas recuperar tu salud.
Mi recomendación es que consumas alimentos menos procesados, verduras, hortalizas, leguminosas, algunos tubérculos que no tengan tanto almidón. Elimina el gluten, consume carnes magras, frutas con poco índice glucémico y con muchos antioxidantes como son los frutos rojos, elimina los lácteos.
No piensas que estarás a dieta o no comerás delicioso, es solo cuestión de tomar consciencia y decidirte por tu salud y recuerda que lo ideal es que tú comida sea tú medicina.
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