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El ginger o jengibre es una planta arómatica, su olor es maravilloso al igual que su sabor, contiene vitaminas, minerales, aminoácidos y aceites esenciales para nuestra salud.
Se conoce que tiene maravillosos beneficios cuando se tiene náuseas, problemas digestivos como la gastritis, flatulencia o diarrea, entre otros. También funciona como protector estomacal. Tiene propiedades termogénicas mejorando el metabolismo, y contribuyendo en la perdida de peso si se lleva una dieta adecuada.
Es una antiinflamatorio natural ayudando a disminuir el dolor creado por enfermedades sistémicas. Incrementa el sistema inmunológico, ayuda a combatir las gripes y virus, dolores de garganta, etc.
Mejora la circulación y evita las enfermedades cardiovasculares, ayuda a elevar la temperatura corporal ocasionando así la vasodilatación, es un anticoagulante.
Combate las migrañas, bloqueando los efectos de la protasgladina, esta es la sustancia causante de la inflamación de los vasos sanguíneos del cerebro que provoca dolores de cabeza muy fuertes.
Es una planta anti estrés y ayuda a conciliar el sueño, baja los niveles de ansiedad dando sensación de calma al cuerpo.
Si eres mujer y sufres de dolores menstruales, ayuda a bajar la inflamación y por ende disminuye el dolor.
Mi recomendación es que se consuma de manera habitual y preferiblemente diaria, se puede consumir en raíz (natural) o en cápsulas, también en ambas presentaciones. Si la consumes en raíz, puedes hacerte un rico té o agregarlo a tus ensaladas o proteínas dandole así un toque mágico a tus comidas.
En cápsulas, tomar dos en cada comida fuerte (almuerzo o cena) es suficiente para mejorar tu digestión y brindarle esos maravillosos beneficios a tu organismo.
Siendo una de mis plantas más recomendadas es importante que la evites en caso de gastritis, úlceras gástricas, colon irritable, colitis. Si consumes anticoagulantes químicos debes consultar a tu doctor, ya que tiene el mismo efecto que algunos anticoagulantes.